Conforme pasan las horas, la atención de chilenos y
peruanos se dirige hacia la ciudad holandesa de La Haya, donde este
lunes se espera el fallo de la Corte Internacional de Justicia, CIJ,
sobre el diferendo marítimo entre Perú y Chile.
En enero de 2008 Lima presentó en la CIJ una
demanda reclamando la soberanía de una extensión marítima de 38.000
kilómetros cuadrados, una rica zona pesquera en el océano Pacífico.Perú argumenta que nunca se estableció la delimitación marítima. Chile sostiene que los límites fueron específicados en dos tratados, firmados en 1952 y 1954.
Tanto el gobierno de Sebastián Piñera en Chile como el de Ollanta Humala en Perú dicen estar confiados y han prometido acatar el fallo, sea cual sea.
Sin embargo, por lo que pudiera pasar, los dos países reforzaron este fin de semana la vigilancia policial en su frontera para evitar que la resolución de la CIJ altere los ánimos, y con ello, el creciente comercio en el límite de ambas naciones.
Un contingente de la policía peruana fue desplegado para patrullar las calles de la ciudad fronteriza de Tacna.
Por su parte, el canciller chileno, Alfredo Moreno, voló esta semana a la ciudad fronteriza de Arica para explicar el alcance del fallo y calmar los ánimos.
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